(Para ler o texto em Português clica em: O ruído das folhas secas em outono)
Las tardes grises de anocheceres prematuros; las hojas secas que pisamos por el camino, son un poco de todo lo bello que nos regala el otoño. Pero, lo más bello que guardo del otoño es tu sonrisa pícara, mientras corres pisando las hojas secas en un atardecer prematuro.
Ilustres sabios dejaron sus enseñanzas al mundo, los grandes cientistas dejaron sus descubiertas y los inventores sus máquinas. Mi herencia a este mundo no serán mis palabras… porque estas se pierden, se van. No me recordarán como una gran profesional, simplemente no me importa que me recuerden o no. Los hijos son la más gran herencia que cualquier hombre o mujer puede dejar. Así que a este mundo le regalaré mi hijo, mi herencia. Su grandiosidad será la felicidad que llevará adentro. El amor que heredará de mí, este será su maior bien. Trabajaré sin descanso para enseñarle que su “buen nombre” es un tesoro que debe proteger sin miedo. Porque, como dijo Shakespeare
El buen nombre para el hombre y la mujer, mi querido señor, es la joya suprema del alma. Quién roba mi monedero, roba una miseria. Es algo, nada; era mía, era de él, fue el esclavo de otro mil. Pero, ¿quién surrupia mi buen nombre me lleva que enriquece y me hace bastante pobre.
(» Otelo «, acto III, escena 3).
Como has podido observar, estoy amando vivir la gran aventura de ser madre. Gracias por tu compañía en mi “Caja de Imaginación”. Espero tus comentarios, hasta breve.
Cuento en educación y terapia con Claudine Bernardes 
[…] (Para leer el texto em Español pincha en: El ruido de las hojas secas en otoño) […]
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Como siempre, inspiradora. Muchas veces he pensado en el asunto de trascender, pasar de una generación a la otra, dejando una huella, no puedo negar que la idea me seduce, creo incluso que comprendo a Aquiles, y su decisión de trascender, pese a su conocimiento de la muerte cercana, pudo más su deseo de permanencia entre los hombres, y no lo culpo. Pero tú, mi querida Claudine, tocas un punto neurálgico de mis pensamientos sobre el tema: los hijos, seres formados por nuestras ideas, por nuestra manera de ver la vida, que a medida que se desarrollan incorporan sus propios conceptos, pero conservan nuestras ideas como raíces, la familia es sin dudas una forma de trascendencia, más humilde, pero tan profunda como cualquier otra… así que tu legado, tu herencia será inmenso, cómo será el mío gracias a mi pequeñuelo.
Ya te he dicho que me encanta leerte… y en las mañanas, me gusta aún más. Un beso desde Cuba.
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Así es Alejandro. Es una gran responsabilidad y una gran dádiva ser padres. Sepamos aprovecharlo y hacer del mundo un lugar mejor a través de nosotros y de lo que enseñemos a nuestros hijos. Saludos desde España:)
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Saludos de vuelta para ti… otra vez
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No hay mejor herencia que los hijos,en esto de acuerdo,es revelador por eso la importancia de dejar buenos hombres y mujeres,sanos en espiritu y en alma.
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Mis padres me han servido de ejemplo de todo lo que NO hay que hacer. Es tan imporante la figura de un padre y una madre. Son esenciales en el desarrollo de los hijos. Feliz Navidad y próspero Año Nuevo Claudine.
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