Menos sermones y más historias: Tus hijos agradecerán y crecerán.

(Para ler o texto em português clica aqui)   Frase augusto cury español padre brillante maestro fascinante 2

Sé sincero, ¿a quién le gusta recibir sermones? A nadie. Esta es una verdad universal. En verdad solamente valoramos los sermones que hemos recibido de nuestros padres o maestros, cuando tenemos edad suficiente para dar sermones, o sea, cuando somos nosotros los que damos sermones. Es entonces cuando decimos aquella frase tan conocida: ¡Ah! Si hubiera escuchado más a mis padres… Y por supuesto la decimos en medio de un sermón que estamos echando a un hijo.

La verdad es que los sermones suelen «entrar por un oído y salir por el otro. Pero, si ama a tus hijos, sean ellos adolescentes o niños, escucha este secreto:

 Cuéntales historias

Ahora escucha una historia real que te voy a contar.:

Érase una vez un país que estaba en guerra. El rey solía acompañar a sus soldados al campo de batallas, pero por esa ocasión decidió quedarse en palacio, disfrutando de un descanso. Un fin de tarde el rey estaba paseando por la azotea del palacio, cuando observó una bella mujer bañándose en su casa. Aún sabiendo que se trataba de la mujer de uno de sus soldados, él quedó hechizado por su belleza, y resolvió tenerla para si.  El resultado fue que la mujer se quedó embarazada. Para encobrir su error y quedarse libre del marido, el rey envió un mensaje a sus capitanes para que pusieran al marido de la mujer en primera fila de batalla, sentenciándole a muerte. Por supuesto, el soldado murió y el rey pudo casarse con la mujer, como deseaba.

Pero aquella situación no había pasado inadvertida a los ojos de Dios, que envió al sacerdote del reino a que le hablara al rey. Obviamente el sacerdote no podía entrar acusando el rey, porque este podía matarle para encobrir su pecado y esto no ayudaría en nada a su causa. Así que tuvo una idea, resolvió contarle una historia: «Había dos hombres en una ciudad, uno de ellos era muy rico, el otro era pobre. El hombre rico poseía muchas ovejas y vacas, pero el hombre pobre solo poseía una única orejita y la amaba mucho. Un día el hombre rico recibió visitas, y tenía que prepararles un banquete, pero no quería utilizar a ninguno de sus animales. Por eso, utilizando de su poder, mandó buscar la única y amada oveja que tenía el hombre pobre; la mató, y la sirvió a sus visitantes.»

El rey indignado con  injusticia contada, ordenó al sacerdote que le dijera el nombre del infame hombre rico que había actuado con tanto descaro, y por supuesto el sacerdote le contestó:  – Este hombre eres tu, rey.   

Estas palabras se clavaron en el duro corazón del rey, que pudo ver su pecado revelado a través de aquella historia, y percibir cuán miserable era.

Esta historia es real y la puedes leer en el libro de II Samuel, capítulos 11 y 12, en la Biblia. El rey de la historia es David y el Sacerdote se llamaba Natán. He decidido omitir en un principio que se trataba de una historia bíblica, por el simple motivo, de que muchas personas tienen un gran prejuicio en relación a la Biblia. Pero esto está llena de historias que pueden enriquecer nuestras vidas.

¿Por qué los sermones no son «escuchados»?

Es muy simple, tenemos una mente selectiva que solo conservará aquello que nos emocione. Por otro lado, los sermones  suelen tener un formato muy aburrido, algo que no nos invita a pensar, entramos en modo off y solo escuchamos blábláblá.  Creo que la mente humana está geneticamente programada para ignorar los sermones que están desprovistos de carga emocional.

Te voy a compartir una experiencia que he vivido.  Mi hijo y su mejor amigo estaban jugando en mi casa, cuando observé que estaban peleando. Mi hijo había pegado a su amigo, acusándole de haber estropeado los juguetes que había montado con los legos (los legos son su vida). Intenté mediar en la situación, hacer verles que ambos estaban equivocados… que una amistad es más importante que unos juegos… que hay que perdonar… que los legos están para montar y desmontar… que podían volver a montarlos… blábláblá. Hasta yo me estaba hartando. No hubo manera. Mi hijo estaba erre que erre que no podía volver a montar lo que se había estropeado, porque ya no se acordaba como se hacía. Fue entonces que comprendí su frustración y me acordé de una historia… algo que me había pasado, y se la conté así:

_ «Cariño, yo comprendo tu frustración, porque también me pasó algo parecido. No sé si sabes, pero yo solía apuntar en mi tablet pequeños textos con ideas de cuentos y artículos para mi blog. Tenía mucho material que me gustaba apuntado, pero como no tenía mucho tiempo los iba desarrollando poco a poco. Pero un día, un niño muy precioso y amado para mí, cogió la tablet y apagó el archivo con los textos. Me sentí frustrada y me puse furiosa… ¿pero que podía hacer? ¿Pegar al niño? ¿Quedarme enojada con él toda la vida? No… este niño era y es más importante para mi que lo que yo he perdido. Cuando he aceptado que la pérdida era irreversible, me puse otra vez a escribir, e incluso tuve otras ideas aún mejores que las que he perdido.»

 Por supuesto que él sabía que estaba hablando de él. Además, pudo ver que yo comprendía su frustración y él comprendió la mía. Eso le hizo cambiar de actitud hacia su amigo. Estaba listo para perdonar y volver a jugar. Fue precioso.

Frase augusto cury español padre brillante maestro fascinante 1

Sorprenda a tu hijo con una historia, algo que infunda esperanza a su corazón. Una historia elegida de manera apropiada puede servir de espejo para que él pueda ver su error. Por otra parte es importante saber que una excelente historia es aquella que, además de mostrar la decadencia humana, también enseña su redención. Todos necesitamos de esperanza para seguir adelante.

Los buenos padres son una enciclopedia con mucha información, pero los padres brillantes son contadores de historias. Son creativos, perspicaces, con la capacidad de encontrar bellas lecciones de vida en las cosas más simples. – Augusto Cury

Cuando escribí «Carlota no quiere hablar» quería crear un instrumento de conexión, un puente entre el mundo adulto y el mundo infantil. Deseaba que fuera una oportunidad para que padres e hijos, profesores y alumnos, abuelos y nietos pudieran compartir sus historias y experiencias de vida. Creo que ese es mi misión a través de la cuentoterapia: crear instrumentos de conexión entre las personas. Llevo en mi interior una contadora de historias, y sé que todo ser humano también lo lleva, porque todos somos hechos de historias. Por eso no tengas miedo de compartir tus historias con las personas que amas. Eso fortalecerá vuestra relación.

Gracias por pasarte por mi Caja de Imaginación. Me encantaría leer tus comentarios e intercambiar información contigo. 😉

Anuncio publicitario